Un Mozart inane
Barcelona. 23/01/2025. Palau de la Música Catalana. Mozart: Sinfonía nº40 en sol menor K.550, Requiem y Ave verum corpus. Carolyn Sampson (soprano), Marianne Beate Kielland (contralto), Shimon Yoshida (tenor), Dominik Wörner (bajo). Bach Collegium Japan. Masato Suzuki y Masaaki Suzuki, dirección musical
No se puede decir que el repertorio que nos venía a ofrecer el Bach Collegium Japan fuera poco frecuente: ni más ni menos que la Sinfonia nº40 (la más popular de su autor con permiso de la siguiente), el Requiem (un auténtico superéxito del repertorio clásico) y el Ave verum corpus (también muy frecuente), todas de nuestro adorado Wolfgang Amadeus Mozart. La agrupación mencionada ha labrado su prestigio con la obra de Bach (particularmente sus cantatas) y otros autores anteriores a Mozart. Los criterios de ejecución son los propios de la música "histórcamente informada" (como se dice hoy en dia), lo que en este caso implicaba una agrupación pequeña, instrumentos de época y criterios estilísticos filológicamente fundamentados. Esto no debería ser un hecho relevante si no fuera porque las obras mencionadas eran ya muy conocidas antes de que este tipo de criterios se fueran imponiendo como normales en las salas de concierto.
La primera de las obras (la Sinfonía nº40 en sol menor K.550), ejecutada por Krips, Erich Kleiber, Böhm, Karajan y todos los grandes intérpretes del Mozart "históricamente desinformado" desde que el disco es disco, fue compuesta en 1788, en esos años de fiebre creativa que dieron lugar a Le nozze di Figaro, Don Giovanni, el concierto para clarinete, los conciertos para piano 26 y 27, Die Zauberflote y el Requiem, que también integraba el programa de la sesión que nos ocupa. No hay pruebas concluyentes de que esta sinfonía se estrenase en vida de su autor pero todo apunta a que sí, dado que en esos años se realizaron conciertos que incluían sinfonías de Mozart no especificadas. Si a ello añadimos que Mozart revisó la instrumentación(añadió clarinetes y reescribió flautas y oboes) cabe suponer que lo hizo como consecuencia de alguna ejecución pública.
Es típico (e irritante) que en algunas ejecuciones de esta sinfonía las violas del primer compás resulten casi inaudibles y este fue el caso en el concierto que nos ocupa. Menos habitual es que la aparición de los metales pase desapercibida (que también fue el caso). Hubo que agradecer algunos subrayados de las maderas bellamente ejecutados pero la verdad es que para empezar tuvimos algunos cortes sucios y afinaciones dudosas. Tras el famosísimo primer movimiento hubo un coro de toses (en el diapasón de la época) que le hace a uno preguntarse para qué se guarda el respetuoso silencio entre movimientos. En el segundo movimiento hubo poco lirismo y se echó de menos la atmósfera etérea característica de los movimientos lentos de Mozart. Al final, como todo el mundo decidió toser una vez más, amplios sectores del respetable se pusieron a aplaudir sin complejos. Queda la duda de si lo que aplaudían eran las propias toses.
El tercer movimiento empezó mejor, con un ataque enérgico y el carácter bailable que corresponde a un menuetto. Tal vez no sea casual que el silencio entre este y el último movimiento fuese sepulcral. Y el último empezó todavía mejor, con una loable tensión rítmica. Eso no nos ahorró unos metales muy discutibles que constituyeron una constante en toda la velada. En términos generales, y sin ánimo de despreciar todo lo que de bueno pudiera tener la ejecución en conjunto, la verdad es que fue no solo tendencialmente aburrida sino también imprecisa y poco delicada con los detalles. Y con esto (que no es mucho) nos fuimos al descanso.
Hasta el momento la dirección había corrido a cargo de Masato Suzuki, pero la responsabilidad del Requiem iba a recaer en el patriarca fundador del Bach Collegium Japan, Masaaki Suzuki. Ello no nos abrió un universo diferente y en el primer número ('Requiem eterna dona eis') las síncopas de los violines fueron tratadas como un asunto secundario y las dinámicas prácticamente ausentes. En el 'Kyrie', en cambio, disfrutamos de una transparente a cargo del coro, que fue lo mejor de la noche. Pero no quita que el 'Dies Irae' fuese poco violento e insuficientemente matizado.
Y llegaron los solistas con el 'Tuba mirum'. El bajo Dominik Wörner resultó bastante limitado técnicamente, de voz sonora en la octava alta y graves escasos. Hubo poca poesía en el solo del tenor Shimon Yoshida,'¡Liber scriptus proferetur', aunque luego las voces femeninas de Carolyn Sampson y Marianne Beate Kielland mejoraron un tanto la situación.
Ya he mencionado antes las buenas prestaciones del coro , que nos ofreció una bonita ejecución del 'Rex tremendae majestatis' (las pequeñas dimensiones del coro favorecieron la claridad de la polifonia), del 'Confutatis' y de 'Domine Jesu'. El 'Recordare' se benefició de un tiempo ligero y dinámicas bien matizadas, aunque las voces solistas sonaban desempastadas. Siguiendo con la tónica no hubo en el 'Lacrimosa' ninguna desesperación. Segun anunciaba el programa la versión había sido completada (dada la defunción del maestro) por Masato Suzuki. La única particularidad relevante consistía en que en lugar del típico 'amen' final el coro cantaba la palabra 'requiem' y a partir de entonces se iniciaba un coral sobre la palabra "amen" escrito por Suzuki, desconozco sobre qué base documental.
En 'Domine Jesu' la contralto se resintió de unos graves insuficientes y el 'Hostias' fue ejecutado con unas dinámicas mínimas (contra la logica de la propia pieza). En cambio el coro y el timbal (Thomas Holzinger) propiciaron un 'Sanctus' notable. El resto se desarrolló de forma previsible aunque nos permitió confirmar que el tenor Shimon Yoshida era en general inaudible excepto en sus solos, que Carolyn Sampson era la mejor cantante del cuarteto y que la sección de metales era bastante negligente. Por cuanto se refiere al Ave verum corpus todo lo que se puede decir es que resultaba un tanto extraño después del Requiem. El resultado fue una velada muy decepcionante para una agrupación de este prestigio.
Fotos: © A. Bofill