Y más si viene servida, como es el caso que comento, de una producción de esas en que funcionan a la perfección foso y escenario. Sebastian Weigle, director musical de la Ópera de Frankfurt, estuvo en el foso controlando con sumo cuidado orquesta y cantantes. Weigle grabó en directo aquí el año pasado el cd de la obra que se ha comercializado, con los mismos cuerpos estables (coro y orquesta) y conoce cada recoveco de partitura y escena. Su concepción de la obra es brillante, transparente y siempre a un adecuado ritmo. Eso se percibe desde la estimulante obertura. La excelente orquesta de la Ópera de Frankfurt atesora ese marchamo de calidad (esas trompas, ese clarinete) que es bastante común en los principales fosos germanos y respondió con brillantez a las indicaciones de su director. En el escenario, un extraordinario coro (con unos solistas de primera línea) con una vis cómica admirable demostró también un empaste y una clase de primera categoría.
No nos entendimos Kateryna Kasper (Martha) y yo. La cantante ucraniana posee un tipo de voz (cuya característica principal es un intenso vibrato) que resulta poco atractiva pese a que es indudable el esfuerzo de la soprano por dar lo mejor de sí. Pero es un timbre que recuerda otros tiempos, otras formas de abordar el canto operístico, que para mi están trasnochadas. Aunque sacó adelante con dignidad su intervención principal, la famosa y bellísima Letzte Rose (inspirada en una canción tradicional irlandesa) nunca se la vio cómoda. Aunque su fiato y su proyección son estimables y consiguió unas coloraturas bien ejecutadas, la sensación, sobre todo en el tramo agudo de la tesitura, es bastante decepcionante. En el caso de estas voces queda más palpable aún que una crítica es algo muy personal. Más allá que los deslices en los agudos sean incuestionables, el timbre, el vibrato, la forma de cantar, estoy seguro que a otro compañero o compañera les resultará atractivo. No es mi caso. El resto del reparto si que resultó mucho más convincente. Especialmente la Nancy (amiga de Martha) de Katharina Magiera (que también asumió este papel en la grabación comercializada). La mezzo alemana es una cantante extraordinaria, que me gustaría apreciar en papeles de más enjundia. Buen legato, excelente proyección y, sobre todo un elegantísimo timbre, aterciopelado, de esos que te atraen desde el primer momento, sin duda la mejor en el escenario y de las más aplaudidas. También destacó el protagonista masculino en manos del tenor ligero Gerard Schneider, de grandes cualidades y que estuvo casi siempre acertado en un papel nada fácil. Con facilidad en el agudo, matizando cuando fue necesario, se lució tanto en la melódica Ach! so fromm, ach! so traut como en la más coral Mag der Himmel Euch vergeben. Muy bien también el bajo-barítono Gordon Bintner en su papel del otro granjero, Plumkett. Todos ellos forman parte del Oper Frankfurt Ensemble (una cantera donde se forjan grandes voces).

La dirección escénica, estrenada en octubre de 2016, la firma Katharina Thoma. Deslocaliza totalmente la acción de la ópera creando una especie de cuento que mezcla elementos actuales (una tablet donde a Harriet-Martha le crea un perfil en una app de contactos para que no se aburra), folclóricos (todo lo relacionado con el mercado de Richmond) y de los años 50 (la caravana donde viven los granjeros, por ejemplo). Todo enmarcado en una habitación donde distintos cuadros van girando en una gran rueda (como las escenas que salen en los grandes relojes de los ayuntamientos centroeuropeos) que no deja de dar sorpresas. Todo gracias a una gran escenografía de Etienne Pluss y una buena iluminación de Olaf Winter. Extraordinario el vestuario (que mezcla mil estilos y que exige a coro y protagonistas un constante cambio) donde se juega con el travestismo como guiño al cambio que hacen las nobles cuando se convierten en campesinas. La hilaridad triunfa y el guirigay rayando en el caos que a veces parece se forma en el escenario está perfectamente calculado.Todos estos factores, voces, foso y escena hacen que esta Martha sea muy recomendable tanto para los que la conozcan como los que deseen ampliar su lista de óperas vistas en directo (otros coleccionan sellos o posavasos).