Otra forma de Pasión
Amsterdam. 19/03/2022. Concertgebouw. Obras de Graun. Coro y Orquesta Nederlandse Bachverining. Shunske Sato, director. Rachel Redmond, soprano. Marcel Beekman, tenor. Matthias Winckhler, bajo.
Los Países Bajos es un país bachiano. En los próximos días, y sólo en el Concertgebouw de Amsterdam (en la otra importante y reluciente sala de la capital, la Musizgebouw, va a haber otras tantas) se van a celebrar, y por conjuntos distintos, 10 series de Pasiones según San Juan y San Mateo. También de aquí proviene gran parte de la corriente historicista que revolucionó la forma de enfocar la interpretación barroca, y de este país es el, probablemente, conjunto de música barroca más antiguo del mundo: el Netherlandse Bachverenigning (la Sociedad Bach de los Paises Bajos) conjunto fundado en 1921 en Naarden para interpretar la Pasión según San Mateo el Viernes Santo, y que ha interpretado la obra desde entonces cada año en la Grote of Sink-Vituskerk De la pequeña localidad holandesa. El año pasado el conjunto cumplió 100 años, y en preparación, la sociedad está publicando una grabación nueva que incluye un video HD de las 1080 obras de Juan Sebastian Bach, interpretadas por miembros del conjunto y músicos invitados bajo el título de All of Bach.
El conjunto holandés realiza unos cincuenta conciertos al año, concentrándose en obras de Bach y su familia, y contemporáneos y predecesores. La fuerza y el impulso de esta Sociedad lo demuestra la lista de importantes directores invitados a lo largo de su historia. Nombres como G. Leonhardt, P. McCreesh, P. Herreweghe, F. Brüggen, T. Koopman, R. Jacobbs,,o I. Fischer han querido formar parte en alguna ocasión de este importante proyecto.
Atzo Nicolai, ministro de los Paises Bajos declaró que “San Mateo durante la Semana Santa es más grande en los Paises Bajos que el Mesías en Navidad en cualquier otro lugar”, y todos estos datos creo que así lo demuestran.
Desde la temporada 2018-2019, Shunske Sato es el director de la Nederlandse Bachvereniging, y su impulso y fuerzas renovadas se pudieron apreciar en el concierto. El violinista de origen japonés, pero pronto acogido en los EE. UU. en las prestigiosas clases de Dorothy Delay en la Juilliard School de Nueva York, tiene una completísima formación y experiencia, a la que ha podido sumar su dedicación al violín barroco, que le ha llevado a ser reclamado para liderar como concertino de conjuntos como la mismísima Orquesta Barroca de Friburgo. El director, tocando el violín desde el mismísimo podio, se sumó a los primeros violines de la orquesta en las arias, mientras adoptaba un expresivo movimiento de manos en los restantes números corales, ahormando y distribuyendo planos, fraseando con propiedad y sentido, y dotando de la suficiente variedad y riqueza, todo el no fácil por hibrido discurso compuesto por el compositor. La orquesta y el Coro respondieron con la mas alta profesionalidad.
El Der Tod Jesu de Graun es un oratorio difícil de abordar. Por lo visto fue la Pasión más interpretada en el siglo XVIII en Alemania, hasta que el famoso `descubrimiento’ por parte de Mendelssohn de la Pasión según San Mateo en 1829 cambió las tornas hacia una obra, la de Bach, mucho mas dramática en su concepto. La mayor `ligereza´ de la música de Graun fue considera simple y por lo tanto inferior, y el texto de Ramler que se centra mas en el perdón y en la figura de Jesús como modelo de virtud y filantropía, en vez de modelo de redención, fue acusado de falta de profundidad religiosa. A diferencia de Bach, Graun no establece en el tenor un papel de narrador o Evangelista, ni el bajo interpreta a Cristo, y el texto no es un recuento completo de la Pasión de Cristo y no cita textos bíblicos.
La música de Graun es postbarroca en estilo galante italiano propio de la escuela napolitana. El músico fue un conspicuo compositor de opera italiana, y ello se nota sobretodo en las arias, hechas siempre en forma Da capo, y con una evidente depuración de líneas. Los violines primeros y segundos suelen tocar al unísono, incorporándose además de esta forma frecuentemente oboes o flautas, y los bajos se simplifican a mero soporte armónico secundados frecuentemente por las violas. La `pesada´ herencia barroca se manifiesta en las partes corales, donde se desarrollan las partes mas contrapuntísticas y fugadas. El magnífico Coro “Unsre Seele ist gebeuget” es un buen ejemplo, con sus expresivas disonancias de segunda, sus retardos, y sus ataques apuntillados `a la francesa´; o el impactante coro final, que con sus insistentes ataques alla breve consigue acabar la jornada en un tono épico de indudable impacto.
Rachel Redmond, Marcel Beekman, y Matthias Winckhler fueron los ajustados solistas vocales, destacando la pureza de color e incisiva voz de la soprano. Implicado el tenor holandés a pesar de los cambios de color en las agilidades, y noble y profundo el bajo, aunque de emisión mas trasera y engolada.
Una buena noticia el reinterpretar esta obra, ante la venidera avalancha de pasiones bachianas, aunque sea solo para comparar y descubrir el porqué de la primacía del Maestro de Eisenach. Una Pasión distinta, y digna de conocer.