Manon pregeneral Miguel Lorenzo Mikel Ponce Les Arts 1© Miguel Lorenzo y Mikel Ponce.

Nostalgia de los días futuros

València. 03/10/24. Les Arts. Massenet: Manon. Lisette Oropesa (Manon). Charles Castronovo (Des Grieux). Carles Pachon (Lescaut). Jorge Rodríguez-Norton (Guillot). James Creswell (Comte). Daniel Gallegos (Brétigny). Antonella Zanetti (Poussette). Laura Fleur (Javotte). Ester Ferraro (Rosette), entre otros. Cor de la Generalitat Valenciana. Orquestra de la Comunitat Valenciana. James Gaffigan, dirección musical. Vincent Huguet, dirección de escena.

"¿El futuro tendrá los encantos de los bellos días ya pasados?" se pregunta Manon. Y acto seguido se pone a cantarle... a una mesa. Así dicho, desde luego, puede parecer un ejercicio algo frívolo y el personaje y obra original del Abate Prévost no renuncia a ello, al contrario, pero esa aparente insignificancia de la mesa y la interpelación de la protagonista guardan, en realidad, un significado muyo mayor. Inabarcable, incluso. Manon no sólo canta al amor - que también -, canta a todo un porvenir.

Sentir nostalgia por el futuro, por lo que no ha sucedido o por lo que se proyecta... la pura ansiedad de vivir - o sobrevivir hoy en día - y la incertidumbre sobre ello es algo que conecta con la idiosincrasia de una generación millenial y que encuentra efectivo reflejo en los "felices" años 20 a donde Vincent Huguet traslada la acción de esta ópera de Massenet con la que Les Arts abre su temporada 2024-2025. Sin embargo, esta alegría desenfadada sirve más bien para enmarcar como persona, más allá del personaje, a Manon. Desdibujarla de los perfiles más frívolos que desde su esencia recaen en ella y remarcar sus porqués, su curiosidad, su descubrimiento, sus ganas de vivir. Por encima del cliché de femme fatale y muchacha veleidosa y caprichosa. R

Re-entendimos la Carmen de Bizet, reconstruyamos también Manon. Esta es una buena propuesta para ello, aunque introduzca personajes y escenas completamente ajenas a la obra. "Curiosamente", Josephine Baker y su charleston no provocaron en València los gritos e insultos que sí desperto Pasolini en la Tosca de Rafael R. Villalobos, en otras ciudades, cuando la fórmula es bien parecida. Todo adquiere aquí, por otro lado y al mismo tiempo, un cierto toque naif. Manon es de carne y hueso, pero también Lescaut resulta más noble - más aún en la voz de un estupendo Carles Pachon - y el Guillot de Jorge Rodríguez Norton, además de estar muy bien cantado y caracterizado, aparenta mayor despreocupación, no un agrio antagonista. Igualmente el Comte de James Creswell, que mostró una voz rotunda, de gran expansión y que brilló en su maravillosa página junto a Manon del tercer acto, donde tanto el uno como la otra fingen no conocerse. Estupendas y empastadas en lo vocal y escénico la Poussette de Antonella Zanetti, la Javotte de Laura Fleur y la Rosette de Ester Ferraro, así como muy convincente también el Brétigny de Daniel Gallegos. Junto a la buena prestancia de Holly Brown como Sirvienta y Max Hochmuth como L'Hôtelier, Les Arts da buena cuenta del alto nivel que ha alcanzado su Centre de Perfecionament, del que forman parte todos estos personajes comprimarios. Maravilloso, una vez más pero no por ello hay que dejar de decirlo, el Cor de la Generalitat.

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Por su parte, el Des Grieux de Charles Castronovo, buscando siempre la expresividad y lirismo que no siempre le permitió el instrumento, resultó efusivo, de tintes heróicos, en las coordenadas de un instrumento ya encaminado o centrado en personajes como Don José o Don Carlo, tras haber debutado en la Manon hace más de una década y no haberlo retomado hasta hace un par de años. Algo similar al caso de Lisette Oropesa, quien cantaba la protagonista por segunda vez, la primera en Europa, tras debutarla en el Met de Nueva York justo antes de la pandemia. La suya es una interpretacción de ensueño, ya no sólo por el instrumento, que está en plena forma, sino por el arte y la inteligencia puestos a su servicio y el carisma que derrochó en cada una de sus escenas. El canto sul fiato, los filados y ornamentos a piacere... presentaron ya una página de salida Je suis encore... de absoluta belleza, rematada por el Obéissons quand leur voix appelle del tercer acto, mucho más conocida para el público, que le regaló la mayor ovación de una noche a gran altura.

Desde luego, la absoluta magia surgió en el cuarto acto de Saint Sulpice. Por el decorado de Aurélie Maestre con esos dos portentosos, impelentes Delacroix ocupando el escenario, por la vehemencia del Des Grieux de Castronovo, absolutamente creíble en lo dramático, por la lección de canto de Oropesa y, hay que mentarla como un personaje más: la Orquesta de la Comunitat Valenciana a manos de James Gafiggan. ¡Qué absoluta maestría! ¡Qué forma de construir todo el acto! La manera de tensar, distensar, colorear... ¡Apabullante! Qué disfrute el poder sumergirnos así en esa maravillosa orquestación de Massenet, en una partitura orquestal que habla, que nos cuenta mucho más de lo que dicen sus personajes ¡Y que inteligencia! Gaffigan comenzó empleando sus propios tiempos, jugando con ellos, fraseando en el preludio del primer acto... y priorizando a la soprano desde que hace entrada para que todo se ajustara y cohesionara, permitiéndola hacer a su manera... El verdadero viaje, quien nos ha hecho sentir nostalgia por todo lo que vendrá, ha sido el foso.

131 Manon pregeneral Miguel Lorenzo Mikel Ponce Les Arts 1© Miguel Lorenzo y Mikel Ponce.